martes, 19 de febrero de 2013

Agatha Christie y su pasión por el surf y Canarias

Resulta cuando menos curioso que siempre se le haya achacado al surf un origen hippie y de practicantes irresponsables y rebeldes con la vida, y que hace unos meses se haya revelado la pasión por el surf que tuvo una de las más relevantes escritoras de la historia, capaz de vender más de 4.000 millones de novelas, con una cifras sólo equiparables al mismísimo William Shakespeare.



Es decir, en los años 20 (del siglo pasado) resultó que Agatha Mary Clarissa Miller (más conocida como Agatha Christie) fue de las pioneras británicas en practicar este deporte, sólo superada en ese momento por el Príncipe Eduardo. Vamos, que entre tanto hippie surgió todo un icono cultural para contraponerse al carácter insolente que impregnaba a este deporte. ¡Y mujer!. Si ya de por sí es difícil ver en estos tiempos a una mujer haciendo surf, qué se puede decir de una que lo hacía en el año 1922.

Pero, ¿de dónde surgió está pasión de Agatha Christie?. Parece ser que fueron claves sus viajes a Hawaii, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda. Especialmente en Sudáfrica en 1922. Allí se inició en el estilo prone (tumbada) para posteriormente ir aprendiendo la técnica de pie.



Pero no fue hasta que llegó a Waikiki (Hawaii) cuando empezó a utilizar tablas largas (las típicas de la época y de la zona) y consiguó dominar este arte. En su autobiografía decía que evidentemente no disfrutó en sus primeros 4 o 5 días, pero que luego empezó a disfrutar incluso de las caídas: "it is one of the most perfect phisical pleasures that i have known", decía. Casi nada.

También comentaba que empezó a surfear como una experta, o como una experta estilo europeo, y que el momento cumbre para ella fue el día que conseguió mantener el equilibrio hasta la orilla.

Pero lo mejor de esta historia es que, a pesar de que los más prestigiosos medios británicos se hicieron eco de esta pasión de la genial escritoria en el año 2011, ya en el año 1989, Jaime Rubio Rosales, escritor y periodista canario, en uno de sus artículos sobre las visitas de Agatha Christie a Las Palmas, destacó que la escritora en su novela "Miss Marple y 13 problemas", en su capítulo octavo, hablaba por boca de su personaje de lo buenas que eran las playas para "surf bathing".

Es decir, lo que descubrió en el año 2011 Pete Robinson, investigador  y fundador del museo británico, ya fue de alguna manera advertido 22 años antes por el artículo de Jaime Rubio Rosales.



De sobra es conocida la relación de Agatha Christie con Canarias, y más concreto con Tenerife y Gran Canaria. A finales de 1926, su primer marido le confesó que estaba enamorado de otra mujer y le pidió el divorcio. Tras un fuerte discusión ella desapareció durante 11 días provocando una gran conmoción entre sus seguidores, y una gran atención mediática. Posteriormente, la "Dama del Crimen" salió en Barco de Londres rumbo a Tenerife, hospedándose en el Hotel Taoro junto a su hija pequeña. Allí escribió "el hombre del mar" cuya trama se desarrolla en la zona de La Paz, en torno a la Casa Cólogan y el Paseo de los Cipreses.

Sin embargo, parece que el Puerto de La Cruz no le gustó por "el frío, la humedad y la peligrosidad de las playas del Puerto de La Cruz". Quizás intentó la práctica del surf en esa zona, donde evidentemente, incluso a día de hoy, no son fáciles para la práctica del surf.



Es entonces cuando decide desplazarse a Las Palmas de Gran Canarias, donde allí sí se encontró lo suficientemente a gusto como para seguir visitándola hasta los años 60. En su autobiografía decía que "Las Palmas de Gran Canaria tenía dos playas perfectas; la temperatura también lo era...la mayor parte del año soplaba una brisa estupenda y las noches eran los suficientemente cálidas para sentarse a cenar al aire libre".

Según Jaime Rubio Rosales, Agatha era una magnífica nadadora y había aprendido a usar la tabla de surf en uno de sus viajes a Hawaii. Dada la admiración que sentía por las playas de Las Palmas de Gran Canaria no sería extraño que practicase el surf en Las Canteras, pudiéndose convertir quizás en la "primera surfera de Canarias".

Lo cierto es que para Canarias ha sido todo un honor la presencia de Agatha Christie, tal y como queda reflejado por ejemplo en la finca La Paz del Puerto de la Cruz, donde la escritora tiene un busto y da nombre a una calle. Y asimismo, dispone en Las Palmas de una placa en la parte trasera del hotel Metropole. Pero es que si además ha sido pionera en Canarias con la tabla surf, desde luego su huella podría haber ido más allá que su mero atractivo turístico, teniendo un posible decisivo papel en el nacimiento y desarrollo de este deporte en Canarias.

Lo que vino después de Agatha Christie
 









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